El Museo Nacional de Arte (MNA), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), recibió la visita de estudiantes de la materia de Archivística, carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), junto a su docente, Luis Oporto Ordóñez. El objetivo de la visita fue apreciar los archivos documentales de Miguel Alandia Pantoja y David Crespo Gastelú, que se constituyen en fuentes primarias para la investigación histórica.
La delegación de universitarios fue recibida por la directora del MNA, Claribel Arandia Torrez; la jefa de Museo, Jackeline Heredia Rojas y la responsable de la Biblioteca, Verónica Castro Lemus, quien expuso en detalle el contenido de las dos colecciones de archivos del arte boliviano.
La bibliotecaria inició su exposición con una breve semblanza de Miguel Alandia Pantoja, también conocido como “Pintor de la revolución”. Detalló que su obra artística y vida política siempre fueron de la mano, prueba de ello es su participación en la Central Obrera Boliviana y sus congresos revolucionarios, apoyando a esa organización con la edición del periódico Rebelión. También editó Pucara y Hombre, para la Asociación de Trabajadores del Arte. Uno de sus murales más representativos lleva el título Huelga y Masacre, el cual pintó en 1954 en la sede de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, y fue retirada en 1980.
En el archivo también existe una colección de cuadernos editados de forma manuscrita bajo el título La Revolución Cultural. Se encuentran en diez fascículos, por lo cual son ejemplares raros y curiosos, únicos en su género.
Castro explicó el gran impacto que causó la obra de Alandia en artistas contemporáneos, como Diego Rivera, quien lo presentó en la primera Bienal de Arte como uno de los grandes muralistas.
“Su archivo era muy querido, lo llevaba a todas partes, por ello, tras su muerte su hijo Miguel Alandia Vizcarra lo conserva y decide donarlo a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia”, detalló.
El fondo documental comprende de 1936 a 1979 y está compuesto por 25 expedientes organizados en series documentales con 2563 folios.
“Las series están agrupadas en contratos, correspondencia personal con grandes personalidades nacionales e internacionales, ensayos sociopolíticos, artículos de prensa, resoluciones sindicales, congresos de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Central Obrera Boliviana, Federación Boliviana de Revolucionarios Artistas y Escritores, entre otros”, señaló.