En Cochabamba, el
Juzgado de Instrucción contra la Violencia hacia la Mujer 1, de Coña Coña,
ordenó la detención domiciliaria de los jesuitas Marcos Recolons, de 81 años, y
de Ramón Alaix, de 83 años, acusados de encubrir al jesuita Alfonso Pedrajas
Moreno (Pica), quien en su diario reveló los abusos sexuales que cometió contra
niños de un internado en ese departamento.
“Se ha determinado
arraigo migratorio y detención domiciliaria para dos personas (Alaix y
Recolons) por los suficientes elementos de convicción que han sido autores de
encubrimiento en este tema tan sensible y doloroso para el pueblo boliviano”,
informó el exjesuita Pedro Lima.
Ambos sacerdotes tenían
altos cargos en la Compañía de Jesús y fueron imputados por el delito de
encubrimiento de casos de violencia sexual cometidos por el padre Alfonso
Pedrajas en contra de los estudiantes del colegio Juan XXIII en los años '70.
Ambos jesuitas
participaron de la audiencia de manera virtual y solo sus abogados llegaron
hasta el juzgado. Además de los representantes de la Fiscalía, Procuraduría
General del Estado y de las víctimas.
La jueza determinó que
ambos religiosos no puedan salir del país, ni tener ningún contacto con las
víctimas.
Los abusos del cura
Pedrajas salieron a la luz el 30 de abril de 2023, tras que el diario español
El País publicara las confesiones del jesuita pederasta, quién confesó por
escrito que tuvo al menos 85 víctimas en Perú, Ecuador y Bolivia,
principalmente, y además admitió que abusó de menores con el amparo de sus
superiores.
Según el Diario de Pica
y las pesquisas, el jesuita catalán Marcos Recolons era amigo de Pedrajas y
conocía de las denuncias de abuso sexual en su contra.
Además de Recolons,
Alaix aparece en los escritos como dos de los siete “altos cargos” de la
Compañía de Jesús que ayudaron a Pedrajas a eludir las denuncias de sus
víctimas.
Este caso conmocionó a
la sociedad y dio paso a que otras víctimas denuncien a más eclesiásticos. //
Fuente: ABI