El presidente
de la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro (ACFO), Ángel Arancibia,
informó este miércoles que la ruta del Carnaval de Oruro quedó corta para el
número creciente de danzarines y músicos.
El sábado 10 de
febrero se desarrolló la entrada en la capital de folklore, a la que asistieron
más de 50.000 bailarines y más de 20.000 músicos. El desfile folklórico comenzó
en la plazuela Alberto Guerra, en el barrio Jardín, y terminó en el santuario de
la Virgen del Socavón. Son más o menos cuatro kilómetros de distancia.
En entrevista
con La Razón Radio, Arancibia afirmó que los conjuntos folklóricos continúan
creciendo con el paso de los años. “El año pasado (2023) se veía de 100 a 120
músicos y hoy (2024) había 170 y 180 músicos (por banda)”, apuntó.
Además, dijo
que varias fraternidades y conjuntos de morenadas y caporales alcanzaron hasta
1.500 “membresías” (danzarines) y cuatros bandas, algunas de 200 músicos. Lo
más complicado: las morenadas ocupan más espacio y tiempo en la ruta debido al
peso y proporción de sus trajes.
“El número
grande de danzarines de las morenadas por sus trajes ampulosos provoca que se
forme una cola tremenda”, insistió.
Así, recalcó la
necesidad de pensar en una ruta alternativa para acoger a todos los danzarines
que buscan participar. “Tendría que ser un trabajo mesurado (…) porque esto va
a seguir creciendo. Si sigue creciendo y nosotros no sabemos controlarlo, se
nos va a venir encima”, dijo.
Indicó que la
gran cantidad de membresías es buena, pero el escenario donde se desarrolla la
fiesta sigue siendo el mismo desde hace años; por lo que se requiere una
extensión mayor de la ruta.
Al ser
consultado sobre la posibilidad de limitar la cantidad de bailarines o extender
la ruta del recorrido, indicó que ambas opciones son válidas. No obstante,
después de un intento de limitar cupos, el primer problema será la denuncia de
discriminación, dijo.
Indicó que es
necesario buscar un escenario acorde a las exigencias de la población durante
el Carnaval de Oruro. “Este año se vio la desesperación de la gente de llegar a
los pies de la Mamita del Socavón”.
Arancibia
explicó que el estatuto del Carnaval de Oruro indica que solo se permiten 500
membresías, pero esa determinación nunca se respetó. “Se habló de reducir la
cantidad de membresías y se hicieron talleres de concientización con los
presidentes de los conjuntos que quedaron en la nada”, lamentó.
Informó que ya
no se permitirán más conjuntos; solo serán 52 las que participarán del Carnaval
de Oruro.
Evaluación
Arancibia
consideró que los factores que afectaron el recorrido normal del Carnaval de
Oruro fueron tres: la entonación del Himno a Oruro, al mediodía del sábado; el
clima, las lluvias, y la falta de conciencia de los conjuntos, que generan
“baches” en la ruta.
Sin embargo,
destacó que la Avenida Cívica Sanjinés-Vincenti estuvo completamente despejada
de fotógrafos, youtubers, tiktokers y personal de la prensa.
Asimismo,
aseguró que la seguridad privada instaló una barrera para que no pase nadie más
que el personal autorizado. Lamentó que no hubo la cantidad suficiente de
efectivos policiales para garantizar el control por toda la ruta del recorrido.
“Teníamos el
dominio de la Avenida Cívica, pero si no tenemos la ayuda de la gente (…) y la
ausencia de seguridad; (eso) nos deja huérfanos”, dijo.
Respecto al
clima, destacó que cientos de bailarines recorrieron la ruta, pese a la lluvia.
“Hay que felicitar a esos grupos que bailaron en la lluvia por más de dos
horas”.
El Carnaval de
Oruro es una festividad religiosa, folklórica y cultural de Bolivia. Es la
máxima representación de los carnavales en el país, al que asisten miles de
personas entre bailarines, músicos y espectadores.
El Carnaval de
Oruro fue proclamado como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la
Humanidad” por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 18 de mayo de 2001. // Fuente: La
Razón