Un 47% de
encuestados apuesta a que el Estado sea el administrador de la producción e
industrialización del litio, mientras un 31% apoya la creación de empresas
estatales para generar empleos de calidad con salarios dignos, revela una
reciente encuesta de Diagnosis.
Se trata de la encuesta
Inversión extranjera, generación de empleo e industrialización realizada entre
el 20 y 21 de abril a 1.800 personas de las zonas urbanas y rurales de los 9
departamentos, con un error muestral del +/- 2,31%
A la pregunta ¿qué se
debe hacer para industrializar el litio y generar empleo de calidad en todo el
país? Un 47% respondió que “el Estado es propietario y administra (la)
producción e industrialización, y un 21% que “el Estado es propietario y cede
la administración a capitales extranjeros”.
En tanto, el 11%
respondió que el “Estado y capitales extranjeros compartan propiedad”, un 5%
que el “Estado regula, pero la propiedad y la administración son de capitales
extranjeros y el 16% se abstuvo de responder”.
En la actualidad, Bolivia
cuenta con 23 millones de toneladas (t) de reservas de litio en los salares de
Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes.
Con este recurso natural
estratégico, el Gobierno boliviano encara la industrialización, con el apoyo de
empresas extranjeras y bajo un modelo de negocios soberano.
El 15 de diciembre de
2023, Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB) puso en marcha la producción de la
Planta Industrial de Carbonato de Litio.
Diagnosis también
preguntó a sus entrevistados ¿qué se debería hacer en primer lugar para generar
empleo de calidad? Un 31% respondió “crear fábricas y empresas estatales”, 24%
“apoyar emprendimientos propios de la gente”, 16% “apoyar la inversión
extranjera” y el 7% “apoyar la inversión privada”. Un 22% no respondió.
En sus conclusiones, la
empresa refiere que en general la gente no confía en la inversión extranjera
directa para la generación de empleo de calidad. Sólo el 16% cree que esta
inversión generará empleo, y menos de la mitad confía en la gestión privada del
litio para la creación de empleo.
Cerca del 55% confía en
el Estado para crear empleo, a través de "empresas públicas", y la
industrialización del litio (sin participación de capital extranjero).
Esta profunda
desconfianza en la inversión extranjera viene de lejos. El discurso
"nacionalista" en su versión "emenerrista" o
"masista" ha calado hondo en la cultura política del país,
especialmente en clases bajas. Las mismas ven al capital (extranjero y
nacional) no como el motor que puede impulsar el desarrollo del país, sino como
"los ricos y poderosos" que buscan lucrar "a costa de nuestros
recursos naturales".
“En este contexto parece
difícil que discursos ‘liberales’ y ‘libertarios’ puedan tener una importante
acogida (como sucedió en Argentina), de cara a las elecciones del 2025”, afirma
Diagnosis. // Fuente: ABI