Luego de una audiencia que duró alrededor de 10 horas, el
juez cautelar de La Guardia envió a Misael Nallar, principal acusado en el
triple asesinato de los policías en Porongo, a la cárcel de máxima seguridad de
Chonchocoro, en La Paz, con detención preventiva.
"El juez ha determinado la detención preventiva de mi
cliente, ha ordenado que sea trasladado a la ciudad de La Paz, al recinto
penitenciario de Chonchocoro", informó uno de los abogados de Nallar.
El juez Rodrigo Vedia también ordenó la reclusión preventiva
de los otros coimputados, pero en recintos separados por su alta peligrosidad.
Esteban B. será trasladado a Palmasola (Santa Cruz) y Rodrigo G. al recinto
penitenciario de El Abra (Cochabamba).
La defensa de Nallar y sus presuntos cómplices Raúl C. y
Esteban B. (colombiano), presentaron alrededor de cinco incidentes, como la
nulidad de aprehensión, nulidad de declaración informativa, nulidad de
flagrancia, nulidad de imputación formal, entre otros, que fueron desvirtuados
por la Fiscalía y los abogados de las víctimas.
Los tres sindicados son acusados del asesinato a sangre fría
de los sargentos Alfonso Chávez y Eustaquio Alanes y del voluntario del Grupo
de Acompañamiento Civil a la Policía (Gacip), David Candia, con armas de alto
calibre.
Tras un gran operativo policial en el departamento de Santa
Cruz, aprehendieron a tres de los implicados y luego de la prueba del guatelete
se determinó la existencia de "nitritos y nitratos que son positivos a
pólvora" en sus manos, es decir que los sindicados dispararon armas de
fuego.
Los predios del Juzgado de La Guardia estaban fuertemente
custodiados tanto en los alrededores como en el interior, porque el principal
sindicado es yerno de Jesús Einar Lima Lobo, considerado un pez gordo del
narcotráfico y que ahora está en la cárcel de Brasil.
Nallar es beniano y ostentaba una vida llena de lujos, con
muchas propiedades, vehículos e incluso un mini zoológico con pumas y otros
animales silvestres. Ahora estará con detención preventiva por 180 días,
mientras duren las investigaciones por asesinato. // ABI