El director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández, recordó que los sismos no se pueden predecir, pero sí es posible prepararse ante su eventual ocurrencia.
En ese contexto, instó a
la población a fortalecer la cultura sísmica y adoptar medidas preventivas
tanto a nivel familiar como institucional.
“Evidentemente, no
podemos predecir un terremoto, pero sí podemos prepararnos. Tenemos que saber
qué hacer antes, durante y después del sismo”, afirmó la autoridad, subrayando
la planificación y la educación ciudadana como herramientas clave para mitigar
riesgos.
Fernández recomendó
elaborar un plan familiar de emergencia, asignar roles específicos a cada
integrante y reconocer zonas seguras dentro y fuera del hogar, oficina o
institución.
También llamó a revisar
las condiciones estructurales de las viviendas, identificando posibles
debilidades.
Como herramienta
práctica, se habilitó una aplicación móvil gratuita, de desarrollo nacional,
denominada “Educientistas”, disponible para Android.
“Es una aplicación
gratuita, hecha por el Observatorio San Calixto. Ahí está explicado cómo hacer
un plan familiar, y no consume datos después de su descarga”, detalló.
Fernández indicó que antes
del sismo se debe elaborar un plan familiar, conocer las rutas de evacuación,
identificar zonas de seguridad y prever un punto de encuentro con los seres
queridos.
Durante el sismo, se
recomienda evitar el uso de ascensores o escaleras mecánicas, utilizar
escaleras normales y mantener la calma.
Después del sismo, no se
debe regresar a viviendas dañadas y se debe estar atento a réplicas,
especialmente si la magnitud fue mayor a seis grados.
El director Fernández
advirtió que sismos originados en el norte de Chile o sur del Perú pueden tener
efectos en La Paz, debido al fenómeno de amplificación de ondas sísmicas en
ciertas zonas geológicas, lo que podría incluso desencadenar deslizamientos.
Además, recordó que
Bolivia ya cuenta con una Norma Boliviana de Diseño Sísmico, emitida mediante
la Resolución 271 en noviembre de 2023, resultado del trabajo conjunto entre el
Ministerio de Obras Públicas, universidades, colegios de ingenieros y el Observatorio
San Calixto.
“Ahora los municipios
deben controlar que las nuevas construcciones cumplan esta normativa”, afirmó.
La implementación de esta norma, junto con la educación preventiva, representa un paso fundamental en la construcción de ciudades más seguras y resilientes ante fenómenos sísmicos. // Fuente: ABI