La industrialización avanza. En el trópico
de Cochabamba se puso en operaciones el primer Complejo Piscícola de Bolivia,
que procesará 5.000 toneladas (t) de carne de pescado por año y beneficiará a
más de 7.000 familias productoras.
El presidente Luis Arce llegó hasta esta
región del Chapare para continuar con una apretada agenda de entrega y anuncio
de millonarias obras en el departamento de Cochabamba.
“No hemos descansado un solo día hasta
concluir la obra, y aquí está, en vísperas de la efeméride de nuestro
departamento de Cochabamba, venimos al trópico a hacer entrega de este complejo
piscícola”, destacó en un masivo acto en la localidad de Senda 3.
La obra, proyectada en 2014, va en la línea
de las 140 plantas industriales que el Gobierno nacional edifica en diferentes
regiones de Bolivia para consolidar la industrialización con sustitución de
importaciones.
Emplazado sobre una superficie de 60
hectáreas, el complejo piscícola demandó una inversión de Bs 236.870.043 y
tiene similares características a factorías ubicadas en Brasil.
Arce recordó que la obra empezó a diseñarse
el año 2014, “en el Gobierno del compañero Evo (Morales)”, pero su edificación
empezó en 2015.
De acuerdo con el ministerio de Desarrollo
Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, la obra debía entregarse en
septiembre de 2018, pero no se concretó y en 2019 y 2020, en el gobierno de
facto, las obras fueron paralizadas por completo.
Para cuando el Gobierno nacional decidió
retomar la obra, en noviembre de 2020, se verificó que solo tenía un avance
físico por debajo del 50%, pero presentaba problemas de diseño y ejecución.
“Cuando asumimos como Gobierno todo esto
era diferente, era monte, y en la lógica de continuar todo lo que se había
construido y elaborado, hemos decidido que se concluya porque son más de 32
millones de dólares que se han invertido en el complejo piscícola”, recordó
Arce.
El complejo piscícola cuenta con
laboratorios para la reproducción de alevines de pacú, tambaquí y surubí. Su
capacidad de producción es de 5 millones de alevines por año, que serán
entregas a las familias productoras de la zona.
Producirá 2 millones de alevines de surubí,
2,25 millones de pacú y 0,75 millones de tambaquí.
Posee 2 piscinas para alevinaje de surubí;
10 piscinas de alevinaje de pacú y tambaquí; 17 piscinas para reproducción de
los peces y 12 piscinas de engorde de peces, con una capacidad de 132 toneladas
métricas por año.
Además, cuenta con una planta de alimentos
balanceado con una capacidad de 10.949 toneladas métricas por año, que
permitirá suspender las importaciones de estos insumos.
A todo ello se suma un frigorífico con una
capacidad de 5.000 toneladas de carne por año. Se producirá envasado al vacío,
pescado entero eviscerado en cortes especiales como la posta y filete con y sin
piel.
Huanca explicó que el complejo es “el único
y más grande el país, tiene similares características al complejo piscícola ubicado
en Río Branco de Brasil”.
Con el inicio de operaciones del complejo,
lo que resta es definir el precio, que, de acuerdo con el presidente, debe ser
competitivo para expandir su presencia en todos los puntos del país, pero
también mirar a los mercados del exterior.
Arce pidió ser riguroso en la producción
para ofrecer productos de alta calidad a la población.
“Tenemos que tener niveles, estándares de
calidad de ese pescado para que, por supuesto, no solamente, el pescado del
trópico esté en los mercados nacionales, sino que miremos más allá de las
fronteras, para que pueda ir a otros países por la calidad, por la higiene y
por la contundencia en la producción que se tiene aquí en el trópico”, propuso.
A la par, se apunta a elevar el consumo per
cápita de carne de pescado, pasar de los actuales 2,6 kilos por persona por año
a 12 kilos por persona año, como lo sugiere la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
El trabajo del complejo beneficiará a entre
6.000 y 7.000 familias productores de peces de los municipios de Puerto
Villaroel, Chimoré, Shinahota, Villa Tunari y Entre Ríos, quienes ya se
organizaron en una federación piscícola. // ABI