El general
Juan José Zúñiga y el vicealmirante Juan Arnez Salvador fueron aprehendidos y
presentados por el intento golpista en contra del presidente Luis Arce, para
tomar el mando de Bolivia. La acción militar se prolongó por más de cinco horas
y dejó al menos nueve heridos, lo que muestra “que no fue un simulacro”.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó en conferencia de
prensa detalladamente de lo ocurrido este miércoles en la plaza Murillo, donde
militares armados y en blindados fueron desplazados en una intentona golpista
que terminó fracasando.
“El objetivo del señor Zúñiga era tomar la rienda de este país. Quería
convertirse en un gobierno de facto, cambiar el gabinete de ministros y
desconocer la voluntad del pueblo como lo han hecho otros en el pasado”,
denunció minutos antes de presentar ante la prensa a Zúñiga y Arnez, quienes
ocupaban la tanqueta que tiró la puerta de Palacio Quemado pasada las 15h30
para intentar llegar hasta Casa Grande del Pueblo, donde se encontraba el
presidente Luis Arce y sus ministros.
Ambos uniformados fueron aprehendidos por la Policía Boliviana en un
operativo que dirigió el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny
Aguilera, luego de que los militares dejaron plaza Murillo pasada las 18h00 por
orden del nuevo comandante General del Ejército, José Wilson Sánchez Velásquez.
De acuerdo con el ministro, Zúñiga y Arnez no fueron los únicos que
“planificaron y conspiraron” para gestar este fallido golpe de Estado, sino
otros actores a los que también se los investigará por los delitos de
alzamiento armado, atentados en contra del presidente, destrucción de bienes
públicos y privados y otros.
“Vamos a leer todo el Código Penal, ver estas conductas y acciones que
han sido vislumbradas por todo el pueblo boliviano y la comunidad internacional
a qué tipos penales encajan. Los bolivianos y bolivianas no queremos vivir con
temor y en zozobra por la culpa de un grupo de delincuentes que lamentablemente
estaban armados en nuestro país”, afirmó.
Como respaldo de las acusaciones, Del Castillo enseñó grabaciones y
declaraciones transcritas de Zúñiga, donde anunció que tomará la Casa Grande
del Pueblo, posesionará a su gabinete y el apronte en el que se encontraban las
unidades militares.
“Pronto va a haber un nuevo gabinete. Las unidades militares están en
posición de apronte, todas las unidades. Estamos mostrando nuestra molestia y
nuestra molestia es deber, con la obligación del soldado de la patria, de sus
Fuerzas Armadas y de su Ejército que lo ha parido esta patria que la ha
forjado, otra vez recuperar esta patria”, aseguraba Zúñiga a los medios en
medio de los afanes golpistas.
“Aquí están los comandantes generales de las fuerzas. Hemos venido a
manifestar nuestra molestia. Basta de ultraje a nuestro país”, insistió el
militar antes de ingresar por la fuerza a Palacio Quemado, donde fue enfrentado
directamente por el presidente, quien le ordenó el repliegue de las tanquetas y
de los militares.
Los militares en plaza Murillo hirieron a nueve ciudadanos que acudieron
hasta el lugar para sumarse a quienes reclamaban por el respeto a la
democracia.
“Sus aventuras golpistas solo quedaron en ello. Vamos a hacer respetar
la democracia de nuestro país, cueste lo que cueste”, advirtió el ministro y
restó validez a las declaraciones de Zúñiga, quien intentó involucrar al
presidente en su accionar.
“Son personas a las que nadie les cree, por lo menos al señor Zúñiga.
Trata de conseguir apoyo popular y el respaldo del pueblo boliviano, pero lo
que no se dio cuenta es que el pueblo boliviano ya no quiere esas aventuras
golpistas”, recalcó. // Fuente: ABI