De cara a las elecciones de agosto, el presidente Luis Arce alertó este martes que la derecha nacional quiere volver a aplicar un neoliberalismo, esta vez maquillado, pero con sus viejas recetas de privatizaciones que sólo generarán desempleo y afectarán a las grandes mayorías; no obstante, afirmó que el MAS-IPSP no está derrotado y aseguró que el Proceso de Cambio “no ha cesado”.
“¿Qué es lo que nos está
ofreciendo la derecha? La derecha nos ofrece volver al neoliberalismo”,
denunció en un diálogo con los periodistas en Casa Grande del Pueblo.
Recordó que en las
elecciones generales de 2020 las distintas encuestas no le daban a su
candidatura más del 20% de respaldo, incluso una de ellas, publicada días
previos a los comicios del 17 de octubre, lo ubicó en un empate con el
candidato de Comunidad Ciudadana: Carlos Mesa.
“Eso decían los medios de
comunicación. ¿Y cómo terminó la votación? Nosotros ganamos con 55%. ¿Y eso qué
demuestra? El pueblo boliviano sabe lo que le espera con la aplicación de
medidas de corte neoliberal”, aseguró.
En efecto, los distintos
candidatos de derecha anticiparon la reducción del gasto del Estado, el cierre
de empresas públicas, pero también la entrega de algunas de las compañías a los
sectores privados.
Son viejas medidas que ya
se aplicaron en el país en la etapa neoliberal, durante la década de los 90.
“La privatización de las
empresas públicas implica, no solamente privatizar el esfuerzo que hemos hecho
desde el Estado de tener una empresa, sino significa desempleo”, insistió Arce.
Además del cierre de
empresas públicas, los presidenciables de derecha anticiparon, entre sus
propuestas, la liberación del tipo de cambio del dólar y el fin de la
subvención a los hidrocarburos que permite mantener el precio del litro de
gasolina en Bs 3,74 y del diésel en Bs 3,72.
De acuerdo con Arce,
estas medidas tendrán un gran efecto inflacionario y quienes “van a pagar eso
serán los más pobres”.
“El pueblo boliviano
conoce cómo funcionó 20 años el neoliberalismo”, aseguró.
Y frente a las encuestas
que no le dan una buena ubicación al MAS-IPSP, que postula a la presidencia al
exministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el presidente afirmó que el “MAS,
por supuesto, jamás está derrotado”.
Argumentó que el
movimiento popular “está vigente en cada boliviano pobre, en cada boliviano
humilde, porque sabe que no tiene otro instrumento político que el MAS para
defender sus intereses de los intereses de esos grandes empresarios que siempre
vienen a saquear nuestros recursos naturales, a vender nuestros recursos
naturales a precios de gallina muerta”.
“Pensar que está derrotado
el MAS y que lo vamos a enterrar, todo lo contrario, yo creo. El pueblo
boliviano, poco a poco, al escuchar las propuestas, que no son desconocidas
para el pueblo boliviano. El pueblo boliviano no es tonto, quienes creen que
pueden engañar al pueblo boliviano están equivocados. El pueblo boliviano ha
vivido en carne propia lo que ha significado la aplicación de medidas de corte
neoliberal y sabemos cómo tuvo que revertirse eso, con un Proceso de Cambio que
es el que todavía estamos conduciendo. Ese Proceso de Cambio no ha cesado”,
defendió.
Aseguró que mientras
existan pobres en el país y gente marginada de la economía nacional, “va a
existir siempre un masista” y la “posibilidad de que un gobierno popular nazca
del seno mismo de la votación en las elecciones el próximo mes de agosto”.
Exteriorizó su confianza
en “la sabiduría del pueblo boliviano”, como sucedió en 2020 cuando no daban
esperanzas al MAS-IPSP, pero el binomio Luis Arce-David Choquehuanca ganó las
elecciones.
“Cuando la derecha se esforzó
por mostrarse como la alternativa al MAS. Recordemos todos nosotros lo que pasó
en esas elecciones y surgimos, surgimos porque en realidad el MAS no es una
persona, el MAS no es un grupo de personas, el MAS es el pueblo organizado, el
MAS representa a cada uno de los bolivianos”, expresó y aseguró que eso se
reflejará en la votación de las elecciones del 17 de agosto. // Fuente: ABI