El presidente Rodrigo Paz estuvo acompañado de su esposa, María Elena Urquidi, y de sus hijos, con quienes entregó regalos a los niños y niñas.
En la víspera de Navidad, el espíritu festivo invadió la plaza Murillo de La Paz, donde cientos de familias se congregaron para participar en el tradicional encendido del árbol navideño, ubicado en el kilómetro cero de la ciudad.
A pesar del
frío paceño, la plaza Murillo se llenó de luces y música, creando un ambiente
cálido y acogedor para los presentes.
El evento contó con la presencia del presidente Rodrigo Paz Pereira, quien estuvo acompañado por su familia. Durante su intervención, el mandatario recordó a los asistentes que la “verdad hará libre al país” y reflexionó sobre el significado de la fecha: “En estos momentos difíciles, no olvidemos que en Navidad nace el niño Dios, nace la vida, la fe, la esperanza y el futuro. Es un tiempo de fortaleza y, con su ayuda, superaremos los retos que enfrentamos como nación”, expresó Paz.
El árbol
navideño, de 15 metros de altura, se iluminó frente a una multitud que disfrutó
de la velada. Los balcones de los edificios se adornaron con luces blancas y
verdes, mientras que las melodías festivas se hicieron eco en el centro de La
Paz gracias a las presentaciones de la Sociedad Boliviana del Charango, la
Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro María Jesús.
En un gesto
simbólico, el monseñor Percy Galván entregó una Biblia al presidente Rodrigo
Paz, mientras que su esposa, María Elena Urquidi, recibió un rosario. La
Primera Dama también dirigió palabras de saludo a los niños y niñas presentes,
deseándoles una feliz Navidad llena de alegría y esperanza.
Entre los
asistentes se encontraban niños, algunos de los cuales provenían del
Oncológico, a quienes el Presidente y la Primera Dama obsequiaron juguetes.
Con este
acto se cerró una noche de celebración y unión familiar, en la que el mensaje
de esperanza y fortaleza, centrado en el espíritu navideño, se destacó como un
faro de luz en tiempos de adversidad.
// Fuente: AEP / DC

