El ministro
de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, cuestionó que la
calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings en su
informe “no equilibre ni contraste” los indicadores positivos de la economía
boliviana.
“No se ha equilibrado, no
se ha hecho el contraste”, dijo la autoridad gubernamental, este domingo,
respecto al análisis de S&P que rebajó la calificación de Bolivia, de 'B-'
a 'CCC+' con una "perspectiva negativa".
Explicó que, en su
metodología de evaluación, las calificadoras de riesgo toman en cuenta si la economía
tiene bajo crecimiento, está con altas tasas de inflación o mayores niveles de
desempleo.
En el caso de Bolivia, es
la tercera economía que tiene mayor crecimiento en Sudamérica con una tasa de
2,21% al primer semestre, tras Paraguay (5,36%) y Brasil (3,70%), además tiene
la inflación más baja de la región con una tasa de 1,5% a octubre.
Asimismo, el país tiene
una tasa de desempleo que llega al 2,8% a agosto de este año, también una de
las más bajas de la región, y se destaca por cancelar de manera puntual el
servicio de deuda externa.
“Elementos que no han
considerado en la calificación Standard & Poor’s. Hasta ahora, en los tres
años del Gobierno del presidente Luis Arce, ni una sola vez, el Gobierno
nacional ha dejado de pagar su servicio de la deuda externa de manera puntual y
responsable, por lo tanto, es un elemento que a nosotros nos llama la
atención”, sostuvo.
El ministro habló
personalmente con miembros de S&P y les exigió que tomen en cuenta esos
indicadores, ellos dijeron “sí”; sin embargo, a la hora de calificar “ponderan
algunas cosas” y emiten una serie de recomendaciones, como devaluar la moneda,
quitar los bonos y las subvenciones al “estilo” Fondo Monetario Internacional
(FMI).
“Nosotros siempre vamos a
defender el bolsillo del boliviano, la mesa del boliviano, porque el Modelo
Económico Social Comunitario Productivo siempre va a proteger los ingresos de
los segmentos de ingresos bajos y medios y eso es siempre lo que ha hecho el
Gobierno nacional”, aseguró Montenegro.
Por otro lado, aseguró
que S&P rebajó la calificación de Bolivia “por un factor fundamental, que
es el sabotaje político y bloqueo sistemático, que se da en la Asamblea
Legislativa Plurinacional (ALP)”.
“Hay intereses de algunos
malos asambleístas que, en un sabotaje pactado entre tres fuerzas políticas,
que serían los radicales, Creemos y Comunidad Ciudadana, han ido sistemáticamente
paralizando la aprobación de normas, prueba de ello es el Presupuesto General
del Estado (PGE) reformulado 2023 que ha estado más de dos meses y medio en
tratamiento”, dijo. // Fuente: ABI / DC