Los casos de influenza muestran una disminución sostenida en Bolivia, sin embargo, persiste el riesgo de contagios ante los cambios climáticos, las variaciones bruscas de temperatura y la cercanía de la época invernal, por lo que no se debe ajar la guardia, informó el viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez.
Durante la semana
epidemiológica 18, se reportaron 49 casos de influenza en el departamento de La
Paz y solo 9 en Santa Cruz, una tendencia descendente respecto a semanas
anteriores. Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) en menores de cinco
años bajaron de 37.780 a 30.443; y en neumonías, de 4.540 a 3.743 casos.
“Eso no debe significar
que nuestra población deje de utilizar las medidas de bioseguridad. Estas
medidas son importantes, las conocimos durante la COVID-19 y hoy siguen siendo
útiles: el uso del barbijo, el distanciamiento físico, el lavado constante de
manos y el uso de alcohol en gel”, recordó.
A pesar de la tendencia a
la baja, es fundamental que la población continúe aplicando las medidas de
bioseguridad para prevenir nuevos brotes y evitar muertes.
Enríquez recomendó no
automedicarse, ya que solo un profesional en salud puede identificar
adecuadamente las patologías y tratar la enfermedad de manera oportuna.
“La automedicación
distrae a la enfermedad, y cuando los pacientes llegan al hospital, en casos
extremos, presentan neumonías que ya no se pueden revertir”, advirtió.
A través del Programa
Ampliado de Inmunización (PAI) Nacional, se distribuyen 569.000 dosis de
vacunas pediátricas contra la influenza en todo el territorio nacional,
garantizando su aplicación a uno de los grupos más vulnerables: niñas y niños
de hasta 11 años, en esta primera etapa de vacunación. // Fuente: ABI

