La primera Fábrica Municipal de Ladrillo Pavic de Bolivia, construida con recursos del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), empezó a operar y fue entregada al Gobierno Municipal de Trinidad para su administración.

Con esta transferencia, la ciudad deja atrás décadas de dependencia y barro para dar paso a una era de producción propia, calles dignas y economía local activa.

La planta, valorada en cerca de Bs 12 millones, será administrada directamente por la alcaldía a través de la nueva Entidad Desconcentrada EDFAMAC.

“Hoy dejamos de depender y comenzamos a producir”, expresó el alcalde de Trinidad, Cristhian Cámara, visiblemente emocionado.

Con tecnología limpia y hornos de última generación, esta fábrica permitirá construir barrios modelo, generar empleo y transformar el paisaje urbano de forma continua.

Gracias al respaldo del Gobierno Nacional, a través del programa FOCIPP y el apoyo técnico de YPFB, Trinidad consolida un modelo de infraestructura pública sostenible y estratégica. Ya no se trata de esperar pavimento: se trata de construirlo, todos los días, con manos trinitarias y orgullo industrial.

Esta fábrica beneficiará a 26.200 familias y más de 131 mil habitantes.

La capacidad de producción de la planta es de 2.920.000 pza/año de producto terminado, asimismo se obtendrá ladrillo pavic de alto tráfico y ladrillo peatonal.

El proceso de la preparación y elaboración de ladrillos comienza con el acopio de arcilla y el molido de ladrillo, que luego pasa a una mezcla para conformar una masa.

Una vez comprimida la masa, pasa a la cortadora y moldeado del ladrillo, finalmente el producto se traslada al área de pre-secado para luego llevarlo al horno como parte del quemado final y de ahí, directamente, al mercado.

Durante su ejecución se generaron 62 empleos directos y más de 300 indirectos.

La fábrica de ladrillos no solo mejorará la infraestructura urbana de la región, sino que también representa una oportunidad para impulsar la industria boliviana en el ramo de la construcción desde el Beni. // Fuente: ABI