Por incumplir el periodo de difusión de propaganda electoral, más de 30 medios de comunicación fueron sancionados económicamente por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó el vocal electoral Gustavo Ávila.
El TSE cumple con la normativa y aplica las sanciones cuando se vulnera el reglamento que rige todo proceso electoral.
“Nosotros ya hemos sancionado a más de 30 medios por incumplimiento a propaganda, 30 medios con sanción económica. La Asociación Nacional de la Prensa incluso ha reclamado por la cantidad de multa que se ha dispuesto, (pero) nosotros vamos a seguir avanzando en este sentido porque estamos haciendo cumplir la ley”, aseguró en conferencia de prensa.
Precisamente, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) solicitó al TSE dejar sin efecto la sanción económica y el marginamiento como anunciadores en el próximo proceso electoral que afectaría al menos a cuatro medios de comunicación.
Según la ANP, el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE) recomendó a la Sala Plena del TSE una sanción a los periódicos El Diario de La Paz, Correo del Sur de Sucre y los portales informativos Urgente.bo y Brújula Digital por la publicación de columnas de opinión, entre el 15 y el 17 de agosto, que favorecieron o afectaron a los candidatos participantes de las elecciones generales.
Sin entrar en detalles de las sanciones y los medios afectados, Ávila recalcó que Sifde continuará monitoreando y “nosotros vamos a seguir aplicando la norma a los medios de comunicación que infrinjan esto, porque es lo que corresponde”.
Por otro lado, el vocal anunció que la próxima semana serán convocados los dueños de los medios de comunicación a una reunión para sumarse a la cruzada en contra de la guerra sucia con miras a la segunda vuelta entre Rodrigo Paz (PDC) y Jorge Tuto Quiroga (Libre).
Ya los candidatos Paz y Quiroga firmaron el 10 de septiembre el acuerdo de no agresión, en una reunión en la ciudad de Santa Cruz.
Después, el TSE organizará un tercer encuentro con más de 20 plataformas que luchan contra la desinformación y la guerra sucia. // Fuente: ABI