El presidente estadounidense, Donald Trump, informó este lunes que fuerzas de su país realizaron un "segundo ataque cinético contra cárteles del narcotráfico y narcoterroristas […] en el área de responsabilidad del Comando Sur" que, en su decir, procederían de Venezuela, ello en el contexto de un despliegue militar en el Caribe sur que la nación suramericana califica de "agresión".
"El ataque ocurrió mientras estos
narcoterroristas venezolanos, confirmados, se encontraban en aguas
internacionales transportando narcóticos ilegales (¡Un arma mortal que envenena
a estadounidenses!), con destino a EE.UU.", reza parte del mensaje que
publicó el mandatario en su red Truth Social.
Según Trump, el evento, que calificó como
"ataque", "resultó en la muerte de tres terroristas varones en
combate", al tiempo que "ningún miembro de las Fuerzas Armadas de EE.
UU. resultó herido".
En concordancia con lo expuesto en otras
oportunidades, el inquilino de la Casa Blanca defendió el proceder
estadounidense, al considerar que "estos cárteles del narcotráfico
extremadamente violentos representan una amenaza para la seguridad nacional, la
política exterior y los intereses vitales de EE.UU.".
El dignatario acompañó su escrito de un video donde se
ve a una pequeña embarcación, de las que habitualmente se usan para la pesca
artesanal, marcada como blanco de un arma. Luego, la embarcación es alcanzada
por un proyectil de larga distancia y arde. No se muestra el combate que, de
acuerdo con lo que afirmara Trump, tuvo lugar entre los tripulantes de la
barcaza y la Armada estadounidense.
Asimismo, como ya ocurriera el pasado 2 de septiembre
en una operación similar, no precisó dónde ocurrió la voladura del bote ni cuál
fue el procedimiento empleado para determinar que transportaba drogas, la
procedencia del barco, la nacionalidad de los ocupantes o su pertenencia a un
determinado cártel de narcotráfico.
"No es una
tensión"
Esta jornada, el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, rechazó este lunes que algunos medios internacionales califiquen de
"tensión" el aumento de las hostilidades del Ejército de EE.UU. al
sur del mar Caribe desde hace cinco semanas.
"No es una tensión, es una agresión en toda la
línea. Es una agresión judicial, cuando nos criminalizan; es una agresión
política, con sus declaraciones amenazantes diarias; es una agresión
diplomática; y es una agresión en camino de carácter militar", dijo al respecto,
en una rueda de prensa con medios internacionales.
Del mismo modo, reiteró que Washington está
recurriendo a "narrativas falsas" para "entrar y apoderarse de
Venezuela, imponer autoridades coloniales en Venezuela y hacer un cambio de
régimen", en interés de apropiarse de las vastas riquezas naturales de su
país.
En adenda, aseveró que su administración tomará
medidas "legales", "diplomáticas", "de
persuasión", "de comunicación", "de vigilancia" para
impedir que "buques violadores y de guerra" ingresen a aguas
territoriales venezolanas o a su zona económica exclusiva, al tiempo que instó
a Trump a investigar todos los pormenores del ataque con misil a una supuesta
'narcolancha' en la que habrían muerto 11 personas.
Amenazas
crecientes
El fin de semana, una embarcación pesquera venezolana
fue interceptada por un destructor estadounidense en aguas de la Zona Económica
Exclusiva del país caribeño. Los tripulantes permanecieron detenidos por más de
ocho horas, lo que provocó el rechazo unánime de Caracas, que calificó el hecho
como un "asalto ilegal".
El domingo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, fue
consultado sobre la posibilidad de ordenar ataques al territorio continental de
Venezuela, bajo el pretexto de la supuesta lucha antinarcóticos: "Vamos a
ver qué pasa", respondió.
Este lunes, el Gobierno chino consideró que las
acciones de EE.UU. en el Caribe "amenazan la paz y la seguridad
regionales, han violado gravemente la soberanía, la seguridad y los derechos
legítimos de otros países, y han infringido el derecho internacional".
Conflicto en
escalada
La Administración de Trump ha elevado su tono
beligerante contra Caracas desde el pasado mes de agosto, cuando medios internacionales
anunciaron un despliegue militar estadounidense en el Caribe sur para,
supuestamente, enfrentar a los cárteles de la droga.
Del mismo modo, la fiscal general de EE.UU., Pamela
Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del
presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajo la acusación infundada de liderar
un "cártel de narcotráfico".
Para hacer frente al despliegue estadounidense, Maduro
llamó al alistamiento voluntario en la Milicia Bolivariana para la defensa de
la soberanía de la nación.
Pese al aumento de las fricciones, el presidente
venezolano se ha mostrado abierto al diálogo con el mandatario de EE.UU.,
Donald Trump, siempre que no se imponga la "diplomacia de las
cañoneras" de su secretario de Estado, Marco Rubio.
El Pentágono ha denunciado que aviones militares
venezolanos habrían sobrevolado "cerca de un buque de la Armada de EE.UU.
en aguas internacionales", lo que tildó como un movimiento
"provocador" para interferir con sus "operaciones contra el
narcoterror" en la zona.
Posteriormente, Trump amenazó con derribar aviones
militares venezolanos, si ponían a EE.UU. "en una posición
peligrosa".
Mientras, Maduro declaró que el país pasará a la lucha
armada si llega a ser objeto de agresión. En este contexto, señaló que
Washington "debe abandonar su plan de un cambio de régimen violento en
Venezuela y en toda América Latina y el Caribe". // RT