El presidente Luis Arce aseguró que el exgeneral Juan José Zúñiga confesó en una carta manuscrita su objetivo de consolidar un golpe de Estado el 26 de junio de 2024 e interrumpir la democracia boliviana, con lo que descartó su inicial narrativa de autogolpe, como parte de su estrategia.
“Hoy estamos viendo que
ha sacado una carta el exgeneral de división Juan José Zúñiga, en el que,
hermanas y hermanos, es una confesión del golpe de Estado. Ha querido sacar,
para lavarse la cara ante el pueblo boliviano”, informó en el acto por el 46 aniversario
de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(Csutcb).
Precisamente, comandados
por Zúñiga, un grupo de militares armados y con tanquetas tomó la tarde del 26
de junio la plaza Murillo en un intento por entrar a la Casa Grande del Pueblo
y asumir el control del Gobierno, un día después que fuera comunicado de su
relevo.
Por más de cuatro horas,
los militares se atrincheraron en la plaza Murillo, pero la resistencia popular
y la del propio Arce, quien además cambió al Alto Mando Militar, socavó el plan
golpista. Los militares se replegaron y horas después los cabecillas fueron
aprehendidos.
Esa noche del 26 de junio
de 2024, cuando era aprehendido, Zúñiga arguyó que el movimiento militar era un
autogolpe.
Sin embargo, un año
después y desde la cárcel, Zúñiga confiesa en una carta manuscrita que se trató
de una insubordinación al Gobierno nacional, desconociendo su legitimidad.
“Esa misma noche, el 26
de junio del año pasado, dijo (Zúñiga) que era un autogolpe, para ganar popularidad,
¿recuerdan? Hoy, en su carta, desde la cárcel, es una confesión del golpe de
Estado”, afirmó Arce citando extractos del escrito publicado por diversos
medios de comunicación.
Por ejemplo, Zúñiga
refiere en el escrito que “hace un año valientes soldados y militares evitamos
un enfrentamiento”. Arce interpretó esta declaración como una confesión de la
intentona golpista, “un momento en que las Fuerzas Armadas se alzaron contra el
pueblo, contra un Gobierno democráticamente elegido”.
Además, el exgeneral
afirma: “YO HABLÉ LO QUE MUCHOS CALLAN, YO ACTUÉ DONDE OTROS SE ARRODILLAN
(sic)”. Arce consideró estas palabras como “insubordinación” que lo delata al
exmilitar.
“En otro pasaje, dice
(Zúñiga), ‘nosotros dimos el ejemplo en la plaza Murillo, nunca se debe apuntar
al fusil’.Él confiesa que estaba con fusiles apuntando al pueblo en ese
momento. Dice también, en otro lugar de la nota, ‘fue un grito, un grito de
libertad, inminente e inevitable’. Había la insubordinación”, denunció
el presidente.
En otra parte de su
escrito, Zúñiga es mucho más claro sobre la asondas militar cuando afirma que
“oficiales y suboficiales, sargentos y soldados, que, con el alma herida, se pusieron
de pie, dijeron basta al manoseo, al olvido, al uso político. Ese día, alzamos
la voz por dignidad, por deber y por amor a la Patria”.
Sobre la base de esa
revelación, Arce afirmó que “hubo, pues, un golpe de Estado confeso, aquí, en
su nota de hoy (lo dice Zúñiga)”.
Junto con Zúñiga otras 21
personas (entre militares en retiro y civiles) son procesadas por la fallida
asonada militar. Fueron acusados por los delitos de terrorismo, alzamiento
armado contra la seguridad del Estado y resoluciones contrarias a la
Constitución.
El proceso penal avanza
con una división clara entre autores materiales e intelectuales, así como
cómplices. Algunos de los acusados aceptaron procedimientos abreviados,
reconociendo su responsabilidad, mientras que otros aún guardan detención
preventiva o están a la espera del juicio oral.
Al recordar esos hechos,
Arce destacó la resistencia del pueblo boliviano que se reunió de forma
espontánea en la plaza Murillo para “defender la democracia”, como lo hizo la
Csutcb cuando resistió las dictaduras militares.
“El 26 de junio será
recordado como ese día en el que el pueblo boliviano, en el aniversario de la
Csutcb, también fue a defender a la Plaza Murillo la democracia del pueblo”,
expresó. // Fuente: ABI