La ciudad amaneció con normalidad, aunque persisten los ecos de los enfrentamientos y la incertidumbre entre los habitantes.
Río de Janeiro intenta recuperarse luego de que este martes se
haya llevado a cabo una extensa operación policial contra el Comando
Vermelho, la organización criminal más poderosa de Brasil, en
la zona norte de la ciudad. La acción, considerada la más sangrienta en la historia local, terminó
con al menos 122 muertos, generando conmoción.
En medio de
la crisis, el gobernador Cláudio Castro, alineado con el
bolsonarismo, acusó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva de no brindar apoyo
y aseguró que ya recibieron "tres negativas" para el envío de fuerzas
federales. Sin embargo, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, negó
haber recibido cualquier solicitud de ayuda, generando un cruce directo entre
el Estado y el gobierno nacional.
Según el Centro
de Operaciones y Resiliencia de Río (COR-Rio), alrededor de las 6 la ciudad
regresó a la fase 1 de evaluación de riesgo urbano, lo que indica condiciones normales en
términos operativos. Sin embargo, en las calles el panorama es otro: avenidas
despejadas, comercios aún cerrados y un silencio inusual que contrasta con el
bullicio característico de la “Cidade Maravilhosa”.
Río de
Janeiro vuelve a la normalidad, pero con temor
Todas las
vías principales se encuentran abiertas al tránsito desde la madrugada. La
última en reabrirse fue la autopista Grajaú-Jacarepaguá, en
dirección a Jacarepaguá, a las 2.45. El sistema de metro funciona con
normalidad en sus líneas 1, 2 y 4, al igual que los trenes de SuperVia,
que confirmaron la prestación
habitual del servicio. Aun así, las cámaras de vigilancia muestran un
movimiento vehicular muy inferior al habitual, especialmente en zonas céntricas
como la Avenida Brasil, la Linha Vermelha y la autopista Lagoa-Barra.
Los colectivos urbanos también operan con
normalidad, aunque las autoridades recomiendan a los pasajeros verificar sus
recorridos directamente con las empresas, ante posibles modificaciones de
última hora. Las paradas de
transporte público en la Zona Sur, como las de Rua Voluntários da Pátria y
Praia de Botafogo, amanecieron casi desiertas, reflejo de la cautela con la que
los cariocas enfrentan este día posterior al operativo.
¿Qué es el
Comando Vermelho?
El Comando
Vermelho es una facción criminal brasileña fundada en 1979 en el penal del
Instituto Penal Cândido Mendes, en la isla de Ilha Grande, en el estado de Río
de Janeiro. Su primer nombre fue “Falange Vermelha”, que luego evolucionó al
Comando Vermelho, según recuerda UOL Brasil.
En su
génesis, el Comando Vermelho se planteó como una red de “código de
convivencia” dentro de la prisión: los fundadores buscaban imponer reglas
mínimas entre detenidos, ante la arbitrariedad y la violencia. Entre sus
fundadores destacan figuras como William da Silva Lima (alias “Professor”),
Rogério Lemgruber (alias “Bagulhão”) y José Carlos dos Reis Encina (alias
“Escadinha”). Con el tiempo, la organización pasó de centrarse en la prisión a
proyectarse hacia los morros y favelas de Río, alimentando su expansión
territorial y actividad criminal.
A lo largo
de los años, el Comando Vermleho se transformó en una de las
principales facciones del crimen organizado en Brasil, extendiendo su
presencia a múltiples estados. Según reportes, en 2023 ya actuaba en al menos
13 estados federales y en el
Distrito Federal, cita el mismo medio brasileño. Su crecimiento territorial se
acentuó en los años recientes: por ejemplo, entre 2022 y 2023 la facción se
expandió aproximadamente un 8,4 % en el área metropolitana de Río de Janeiro,
siendo la única de gran escala que ganó terreno. // Fuente: DATA DIARIO