La tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) supera ampliamente las limitaciones de los métodos tradicionales, como el sistema de piscinas de evaporación, para la producción de carbonato de litio. La estrategia boliviana de industrialización adoptó este enfoque moderno y eficiente, ya que permite una recuperación de más del 80% del ion litio.
Durante más de una década se apostó al sistema
de piscinas para la obtención de litio mostrando severas limitaciones en su
rendimiento y adecuación al clima local. Este método —diseñado para entornos
áridos como los de Chile— alcanza un aprovechamiento menor al 15% del recurso.
Además, el problema es que enfrenta interrupciones constantes durante la
temporada de lluvias en Uyuni, afectando la producción de carbonato de litio.
En la actualidad, la estrategia boliviana tiene
entre sus pilares la tecnología EDL, un sistema que elimina la dependencia de
las condiciones climáticas al procesar la salmuera directamente desde los pozos
hasta las plantas industriales. En cuestión de horas, este método avanzado
logra extraer la materia prima necesaria para la producción de carbonato de
litio, reduciendo significativamente el consumo de agua y energía en
comparación con procesos tradicionales.
“El porcentaje de recuperación de litio con
esta tecnología supera el 80%. Además, nos permite incrementar la producción de
carbonato de litio en menor tiempo y con mayor sostenibilidad”, destacaron
fuentes oficiales.
La adopción de la tecnología EDL fue resultado
de un proceso público de convocatoria internacional, en el cual se evaluaron
propuestas de países que presentaron sus mejores innovaciones tecnológicas.
Este enfoque garantiza que Bolivia utilice herramientas de última generación
para maximizar el potencial de sus vastos recursos evaporíticos.
El Estado incorporó la inversión privada como
parte esencial de su plan para construir plantas industriales de carbonato de
litio que cumplan con los más altos estándares tecnológicos. Esto no solo
asegura un proceso productivo más eficiente, sino que también posiciona al país
en el camino hacia una transición energética sostenible. // Fuente: ABI