El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, presentó el libro “Bolivia: 200 años de historia económica”, una obra colectiva que propone una lectura crítica que trasciende el enfoque historiográfico convencional y ofrece al lector una mirada integral que entrelaza los hitos económicos con los procesos sociales.
Según un reporte de esa
cartera de Estado, esta obra, presentada la noche del martes, que es una
contribución a la memoria histórica nacional del Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas, fue coordinada por Jorge Viaña —economista y doctor en
Ciencias Sociales— y reúne la reflexión de 12 autores sobre las raíces
estructurales que determinaron el curso de la economía boliviana, caracterizada
por procesos progresistas seguidos de procesos regresivos.
“Por primera vez, se
presenta una historia económica boliviana que integra de manera sistemática los
aportes del esfuerzo, el trabajo, las voces y las luchas de todos los sectores
de la sociedad”, destacó Montenegro, quien es autor de un capítulo de este
libro.
A lo largo de sus 761
páginas, el texto, que está dividido en cuatro partes y 14 capítulos, busca explicar
por qué, pese a la abundancia de recursos naturales, el país no logró convertir
sus riquezas en un bienestar duradero.
“Bolivia ha pasado (por
los ciclos) de la plata, del estaño, del petróleo, del gas y ahora del litio,
pero el resultado siempre ha sido el mismo: no hemos podido aprovechar estos
ciclos para que el bienestar permanezca en la economía nacional”, señaló.
Montenegro sostuvo que la
economía boliviana sigue siendo periférica, sin una burguesía nacional capaz de
reinvertir el excedente.
“Hoy no podemos nombrar
un solo empresario del tamaño de (Simón I) Patiño. No hemos logrado reproducir
el excedente dentro del país, y esa es una de las claves que explica nuestra
realidad actual”, señaló.
Para el ministro de
Economía y Finanzas Públicas, el libro es una oportunidad de autocrítica
nacional, que permitirá a los lectores entender por qué los momentos de
prosperidad no lograron consolidarse.
La obra se organiza en
cuatro partes interrelacionadas.
La primera aborda los
condicionantes históricos —internos y externos— que marcaron la estructura
económica nacional, desde la Colonia hasta la globalización contemporánea. La
segunda examina los núcleos esenciales del modelo boliviano: los recursos
naturales, el problema agrario, la industria, la inversión extranjera y la
deuda externa.
Las partes tercera y
cuarta estudian los procesos políticos y sociales del siglo XX y XXI, desde la
Revolución Nacional hasta el Proceso de Cambio, incluyendo las dictaduras, el
neoliberalismo y la desigualdad contemporánea. // Fuente: ABI

