El activista David Inca considera que Morales le debe mucho a las personas que fallecieron en octubre de 2003 y lamentó que no hiciera nada por ellas.
A 22 años de los hechos luctuosos que marcaron la “masacre del gas” de 2003 en El Alto, David Inca, activista de derechos humanos, afirmó que Evo Morales, quien llegó a ser presidente por esa movilización, solo se aprovechó de la “sangre” y el “dolor” de las víctimas y familias que perdieron a sus seres queridos.
El 17 de
octubre de 2003 marca el fin de una de las represiones militares más fuertes
que soportó la población alteña. También la caída del gobierno del MNR,
liderado por Gonzalo Sánchez de Lozada, conocido como Goni, y con ello el fin
del neoliberalismo en el país.
La
movilización empezó con bloqueos en el área rural contra la intención de Goni
de vender gas a precio barato a Estados Unidos y por Chile. El sector
campesino, al que se sumaron organizaciones de El Alto y posteriormente otros
gremios del país, demandaban que se abastezca primero el mercado interno.
Hoy, con 22
años transcurridos de aquella masacre, que se cobró más de 67 vidas y 400
heridos, para el activista Inca, las víctimas “quedaron en el olvido” y sin
hallar justicia.
“Solo
lograron algunas indemnizaciones, pero justicia nunca hubo, no hay ningún
responsable de las muertes en la cárcel”, sostuvo en contacto con Ahora El
Pueblo.
Sin
embargo, añadió que con la revuelta se logró un cambio político en el país que
benefició a Evo Morales, quien llegó al poder tras las movilizaciones de
octubre. “Evo Morales les debe mucho a las víctimas de octubre, pero no hizo
nada por ellas. Se aprovechó de las víctimas. Fue un cálculo político que pasó
por encima del sentimiento y el dolor y eso es palpable y real”, aseveró.
Con la
masacre también se consiguió la nacionalización de las empresas, una de las
demandas del pueblo alteño, y con ello que se incrementen los recursos del
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) a las universidades, alcaldías y
gobernaciones.
“Sí hubo
mejoras y el IDH es una prueba, pero a costa de las víctimas de la masacre de
2003. Evo se encapsuló en una cúpula que al final terminó haciendo lo mismo que
la derecha”, dijo.
Ahora que
pasaron 22 años de la peor represión que soportó El Alto, Inca consideró que el
pueblo en general ya no podría volver a “ofrendar vidas”, aún tomando en cuenta
la masacre de 2019, que incluso está documentada por la CIDH como graves
vulneraciones a los derechos humanos, no se consigue justicia para las personas
afectadas.
Detalles
de la masacre de 2003
La
represión militar que ordenó Gonzalo Sánchez de Lozada dejó más de 67 muertos y
al menos 400 heridos entre septiembre y octubre de 2003.
La
población alteña se levantó en una movilización porque exigía que el gobierno
del MNR abasteciera primero con gas al país antes de su exportación a bajo
costo a otras naciones.
La masacre
del gas y la movilización concluyeron el 17 de octubre de 2003, con la renuncia
y huida de Sánchez de Lozada y sus colaboradores.
A 22 años
de la “masacre del gas” aún no hay culpables tras las rejas. Los principales
responsables, Sánchez de Lozada y su principal colaborador, Carlos Sánchez
Berzaín, están refugiados en Estados Unidos.
Indemnización.
Tras dos décadas de lucha judicial, en 2023, las víctimas lograron que Goni y
Sánchez Berzaín reconozcan la masacre y, por lo tanto, indemnicen a las
víctimas tras un fallo en una corte de Estados Unidos. El activista Thomas
Becker fue quien apoyó en su causa a las víctimas. // Fuente: AHORA EL PUEBLO