Desde el Museo Casa de Murillo y recordando la gesta libertaria del 16 de julio de 1809, el presidente Luis Arce afirmó que el pueblo paceño y boliviano es rebelde y jamás se entregará a designios de intereses imperiales por muy cercanos que estén territorialmente e intenten apropiarse de los recursos naturales.
El mensaje lo pronunció
durante el tradicional encendido de la tea de Pedro Domingo Murillo, en ocasión
de recordarse los 216 años de la gesta libertaria de La Paz que se conmemora
este 16 de julio.
“Las gestas libertarias
de nuestro pueblo nos recuerdan que tenemos un pueblo rebelde que jamás se
entregará a designios de tiranos y a intereses imperiales por muy cercanos que
estén territorialmente y que solo buscan una y otra vez someter a nuestra
patria y obtener nuestros recursos naturales”, afirmó.
Acompañado del
vicepresidente David Choquehuanca, el presidente de la Cámara de Diputados,
Omar Yujra; el alcalde de La Paz, Iván Arias; y del presidente de la Asamblea
Legislativa Departamental, Apolinar Baltazar, Arce reafirmó que La Paz “es cuna
de valientes y tumba de tiranos” y que el “espíritu indomable de su pueblo nos
obliga a reafirmar nuestro compromiso con una Bolivia libre, digna, justa y
soberana”.
“Después de 216 años que
la tea de Pedro Domingo Murillo ilumina el camino del pueblo paceño, el desafío
de luchar contra quienes buscan oprimirnos, someternos y sembrar caos, continúa
encendida”, insistió.
Por ello, rindió homenaje
a Murillo, por la revolución que impulsó en 1809, pero también a Tupac Katari y
Bartolina Sisa que años antes se rebelaron contra la corona española.
Evocando esos capítulos
de resistencia, Arce señaló que la historia de “nuestro pueblo es un relato de
luchas, de resistencias, de gestas heroicas, de victorias y de teas encendidas
que iluminan el presente y el futuro de nuestra patria”.
“El 16 de julio es una
fecha en la cual rendimos honores y celebramos la memoria y la valentía de
nuestros héroes y heroínas de la independencia. Aquellos que con coraje y
decisión optaron por entregar la vida misma para defender los sagrados
intereses de nuestros pueblos”, expresó.
Al recordar la inmortal
frase de Murillo, afirmó que la tea es una herencia de libertad y resistencia
contra toda forma de opresión, explotación y discriminación.
“Hoy, con humildad, pero
con profunda convicción, afirmamos que la tea, que don Pedro Domingo Murillo y
los héroes de la independencia encendieron no se apagó, ni se apagará jamás en
la mente y el corazón de las paceñas y los paceños”, aseguró.
En ese camino, destacó
que en los últimos cinco años su gobierno encendió “muchas teas” por y para el
pueblo paceño en el campo de la salud, energía, industrialización y de
desarrollo.
Destacó que se superó la
pandemia del Covid-19, se construyó el Hospital de Cuarto Nivel el
Gastroenterológico, y se hizo exploración hidrocarburífera con el descubrimiento
del megacampo de Mayaya, que le dará a La Paz sus primeras regalías.
“Encendimos la tea de la
industrialización, con plantas que hoy se encuentran en funcionamiento y que
son el testimonio de un modelo económico que entiende que la única manera de
salir de la pobreza es romper todo lazo de dependencia, construir riqueza desde
lo que somos y redistribuirla, fortaleciendo nuestra dignidad y el orgullo de
ser bolivianas y bolivianos”, destacó.
A vísperas del 16 de
julio, el presidente afirmó que el legado de Murillo y sus compañeros perdura
como un faro de esperanza y coraje, y recuerda que la “libertad es un derecho
inalienable, por el cual vale la pena sacrificarse y que nuestra marcha hacia
la segunda y definitiva independencia es irrenunciable”.
Como una tea que deja
para el pueblo paceño, Arce mencionó la Marcha al Norte que significa progreso,
desarrollo, producción agropecuaria e industria.
La Marcha al Norte
“significa dejar de depender de otros para poder suministrar lo que todos los
paceños necesitamos: alimento, industria, empleo y desarrollo”, afirmó.
Minutos después del
evento, Arce y las autoridades encabezaron el tradicional desfile de teas. //
Fuente: ABI