Una menor de ocho años fue víctima de violencia extrema, presuntamente por parte de su madre. El caso fue detectado por personal de una unidad educativa y denunciado ante la Plataforma de Atención Integral a la Familia (PAIF) Max Paredes, que activó de inmediato los protocolos de protección y lo remitió a la Fiscalía.
La coordinadora del PAIF,
Cintya Martínez, informó que los primeros signos de agresión fueron advertidos
por docentes del establecimiento educativo al notar lesiones visibles en el
rostro y la espalda de la menor.
“El personal de la unidad
educativa se apersonó a nuestras oficinas para poner en conocimiento lo
ocurrido. Manifestaron que habían advertido signos de violencia en el rostro y
la espalda de la niña”, explicó Martínez.
Ante esta alerta, el PAIF
abrió el caso, realizó una valoración psicológica a la menor y convocó a la
madre, junto con la familia ampliada, con el fin de evaluar alternativas para
el egreso seguro de la niña.
Durante la revisión del
caso, el equipo de profesionales observó que las agresiones evidenciadas en las
fotografías eran de “violencia extrema”, por lo que se procedió a formalizar la
denuncia ante la Fiscalía por el delito de violencia familiar o doméstica.
“Como estaba presente la
mamá, hemos solicitado apoyo del personal del 110 para proceder con la acción
directa”, indicó la coordinadora.
De acuerdo con los
primeros reportes, la niña declaró que fue golpeada por no cumplir con sus
deberes escolares. La progenitora, por su parte, afirmó que la niña habría
recogido dinero, aunque no especificó la cantidad. // Fuente: ABI