Ante el inicio de la época de lluvias, el Ministerio de Salud intensificó las acciones coordinadas con los gobiernos subnacionales para el control del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, zika y chikungunya.
“Estamos en un periodo
interepidémico, y es precisamente ahora cuando debemos reforzar las acciones de
prevención, trabajar en la salud ambiental, eliminar residuos y fomentar
prácticas saludables en la comunidad”, informó la jefa de la Unidad de Control
y Prevención de Enfermedades, Roxana Salamanca, citada en una nota de prensa
del Ministerio de Salud.
En la semana
epidemiológica 42 (del 12 al 18 de octubre) no se reportaron casos positivos de
dengue ni de chikungunya. “El comportamiento epidemiológico del dengue y de
otros arbovirus, especialmente del dengue, se mantiene actualmente dentro de un
patrón endémico”, informó.
En el caso de la
chikungunya, el brote comenzó en la primera semana epidemiológica del año. Los
casos aumentaron entre las semanas 16 y 27, alcanzando su punto más alto en la
semana 25, principalmente en Santa Cruz de la Sierra.
Luego, los contagios
fueron disminuyendo hasta registrarse solo dos casos en la semana 42.
Desde junio, el
Ministerio de Salud y Deportes reforzó las acciones de control del mosquito y
prevención de la enfermedad.
Salamanca recordó que, en
línea con la Estrategia de Gestión Integrada de Prevención y Control de Dengue,
Chikungunya y Zika (EGI), durante este periodo interepidémico se realizan
intervenciones que incluyen la vigilancia entomológica (presencia y densidad
del mosquito).
Estas acciones están
también relacionadas con el control vectorial como la fumigación y la
eliminación de criaderos, la promoción de cambios de conducta en la población
para evitar la reproducción del mosquito transmisor.
Todas estas tareas se
planifican y ejecutan de forma conjunta entre el Ministerio de Salud y
Deportes, los Servicios Departamentales de Salud (SEDES) y los municipios donde
existe presencia del vector.
Actualmente, ocho de los
nueve departamentos presentan presencia del vector, por lo que también se
incide en la realización de campañas masivas de promoción de la salud, ferias
educativas, charlas en hospitales y actividades comunitarias para fomentar el
control sostenible de criaderos.
“Es fundamental que la
población colabore con medidas simples, como eliminar y cepillar los
recipientes que acumulan agua, tapar los depósitos útiles y mantener limpios
los hogares.
Estas acciones reducen
los criaderos del vector”, recomendó Salamanca.
De manera paralela, se
impulsa el fortalecimiento de los equipos locales de salud con capacitaciones
sobre el uso de equipos de control vectorial, manejo clínico y diagnóstico
diferencial.
El control entomológico
es una forma de vigilar y medir la cantidad de mosquitos y otros insectos que
pueden transmitir enfermedades.
Una herramienta útil para
detectar y controlar los mosquitos son las ovitrampas, dispositivos sencillos
que se colocan en distintos lugares para atraer a las hembras y recoger sus
huevos.
En Bolivia, este método
se aplica en varios municipios de los departamentos de Tarija, La Paz, Santa
Cruz, Beni y Pando.
Para ello, se ha equipado
a los programas locales con ovitrampas, papel filtro, microscopios y pinzas,
conformando las Unidades Básicas de Entomología (UBE), encargadas de realizar
el control de ovitrampas y otras tareas de vigilancia y control de insectos
transmisores de enfermedades. // Fuente: ABI

