Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cumple al 100% los despachos correspondientes de diésel y gasolina a todas las estaciones de servicio del país. No obstante, parece que ese volumen dejó de ser suficiente, motivo por el que nuevamente se observan filas.
Armin Dorgathen, presidente de YPFB, señaló que la estatal no cuenta con más recursos para realizar despachos por encima del 100% y normalizar el abastecimiento. Dijo que ni el Banco Central de Bolivia (BCB) ni el Ministerio de Economía otorgan mayor cantidad de dólares para la importación.
“Estamos despachando 100 por ciento en diésel y gasolina 100 por ciento, no estamos despachando 105 (por ciento), no estamos despachando 110 (por ciento), no contamos con el producto en estos momentos para hacer sobredespachos, que serían necesarios para reducir de una manera mucho más eficientes las filas. Sin embargo, no contamos con los recursos económicos que nos asigna el Ministerio de Economía y el Banco Central para realizar estos sobredespachos”, indicó, citado por la ABI.
De acuerdo con Dorgathen, el país necesita aproximadamente $us 60 millones para la importación de diésel y gasolina que se consume en el país durante una semana. Esa cantidad de recursos está cubierta, pero no hay margen para volúmenes adicionales.
No obstante, considera que para esta semana las filas, especialmente por diésel, deberían reducir considerablemente.
Para el presidente de YPFB, el problema radica en los recursos que actualmente se destinan a la importación de carburantes.
“Si me asignan a mí una cuantía de recursos, yo traigo el diésel y la gasolina que me alcanza con la cantidad de recursos que me asignan. Hoy me están asignando para que yo pueda despachar 100% del volumen, estoy con la asignación normal por semana de combustible, entonces estoy despachando normal, pero no tengo 5, 10 millones de dólares adicionales como para llegar a un 105, 107 por ciento de abastecimiento, no cuento con esos recursos”, dijo.
En los últimos años, los precios de la gasolina y el diésel se encarecieron en el mercado internacional, además que se comenzó a incrementar el volumen de importación, por lo que el Estado destinó cada vez más recursos para la adquisición de carburantes y poder mantener así la subvención de combustible.
// Fuente: La Razón/rc